miércoles, 2 de enero de 2019

A Van Gogh, que aún sigue presente

 
 Es uno de mis artistas favoritos y mayor fuente de inspiración. Y yo había escrito algo en su honor.
 
 
 
"Él siempre fue ese tipo de persona en el que nadie se fijaría. Ese tipo de arte en el que nadie se pararía a mirar.  Nunca jamás en la vida consiguió vender algún cuadro, sin contar a su preciado hermano.  Y así  paso sus días, los años, y la vida, esa vida que se fue esfumando entre los dedos de las manos. Él, con el pincel y su paleta. Entre mil cuadros y un corazón roto.
 
-Y te preguntas por qué. ¿Qué estoy haciendo mal? En que fallé? – Pero el mundo sigue.  Y las respuestas nunca llegan.
Él con su locura, y el tiempo pisándole los años. Mordiéndole las esperanzas y tirándolas al vació.  
Pero algo que él  no supo, fue, que su noche estrellada, que esa noche es más oscura justo antes del amanecer. Que esos negros cuervos que reflejaban su alma, quizá, volaban hacía el paraíso.  El no supo, que las luces brillaban solo para él. Que sus girasoles jamás se marchitaron y que la magia sí existía, ahí, dentro de un hombre con el pelo rojizo y el alma demasiado grande para un cuerpo tan pequeño.

Así que una noche estalló. 
Le quisimos, vaya si lo hicimos. Sus pinturas se convirtieron en las obras más caras del mundo. Su trazo, su expresividad y su arte ahora roban las miradas hasta de los más incultos. Su pintura nos abrió el alma y los ojos.
Pero claro, ya fue demasiado tarde.  "


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